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Cierta forma de reparación también se oculta, a veces, en los números. Si el ex ministro de Planificación Julio De Vido acaba de ser acusado de vaciar Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, el presupuesto 2018 revela que el Gobierno buscará ponerlo en valor. Para el año próximo prevé aumentar un 17,3% (a $ 3450 millones) los fondos que recibió la empresa este año.
Sin embargo, el caso de esta empresa es una excepción. Según un informe elaborado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), la baja en los subsidios económicos prevista para 2018 -contracara de los aumentos tarifarios- representará el equivalente a la mitad de la reducción del déficit fiscal primario anunciado por el Gobierno.
Según la ASAP, el presupuesto prevé un gasto aproximado de $ 224.400 millones en transferencias de carácter económico para el financiamiento de empresas públicas, fondos fiduciarios y sector privado, un 7% menos que las asignaciones vigentes para este año ($ 241.185 millones) y un 11% menos que lo previsto en la ley de presupuesto de este año.
«Estas previsiones son la contraparte de la suba de tarifas en los servicios públicos implementada desde 2016, principalmente con relación al suministro eléctrico, de gas natural y de agua potable», afirmó la ASAP.
Las transferencias del Estado para gastos corrientes en subsidios a la luz, el gas y el agua en el presupuesto 2018 suman $ 184.750 millones (un 1,5% del PBI), 3,6% menos que las asignaciones vigentes este año (proyectadas en torno al 1,9% del PBI).
Dentro de ese monto, las más importantes están orientadas a subsidiar la energía eléctrica (0,8% del PBI). Para ese fin se usarán el año próximo 103.300 millones, un 15,1% menos que este año. Los principales destinos serán: Cammesa (64.100 millones, un 3,8% interanual menos), para subsidiar la electricidad; Enarsa ($ 10.000 millones, un 20,4% interanual menos), para subsidiar la diferencia de precio de importación de gas y el precio de venta al mercado interno; el Programa de Estímulo a la Inyección Excedente de Gas Natural ($ 10.700 millones, un 54,4% menos); Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de GLP de Sectores de Bajos Recursos ($ 8700 millones, un 17,3% más); Fondo Fiduciario para el Subsidio de Consumos Residenciales de Gas ($ 4800 millones, un 121% más); el ya mencionado fondo para Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, y el Ente Binacional Yacyretá ($ 875 millones, un 36,4% menos).
A fin de este año, el Gobierno tiene previsto un incremento de tarifas de luz, gas y agua, cuyo monto aún no fue explicitado.
En segundo lugar aparecen las asignaciones corrientes al transporte, que para el año próximo serán de $ 72.280 millones (0,6% del PBI). Se trata de un 17,5% más de lo que estaba asignado para este año. No obstante, para los expertos de la ASAP esto no descarta aumentos en las tarifas de trenes, colectivos o el subte. Luego de que aumentaran 100% en 2016, este año no fueron retocadas.
Se destinarán al transporte automotor $ 39.200 millones (+15,2% interanual) y al ferroviario, $ 32.400 millones (+33,5%), según la ASAP. «A diferencia de años anteriores, para 2018 no se prevén subsidios al transporte aerocomercial, sino aportes de capital por $ 1800 millones a favor de las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral», indicó la asociación. En 2016 habían tenido subsidios por $ 3800 millones y para este año, 3000 millones. En el Gobierno afirman desde hace meses que se analizan aumentos de tarifas en el sector del transporte para fin de año o principios de 2018, siempre después de las elecciones del próximo domingo.
En tercer lugar aparecen las transferencias económicas para gastos de funcionamiento de otras empresas públicas, por algo más de $ 6970 millones, un aumento del 31% con relación a lo presupuestado para este año. Allí aparecen: Correo Argentino (2230 millones, +129%), Radio y Televisión Argentina SE ($ 2276 millones, +10,8%); Télam ($ 812 millones, +11%) y otras empresas ($ 1150 millones, +10,4%). Además surgen transferencias corrientes para el sector agropecuario (814 millones, -49,2%) y 1340 millones para el sector industrial (-16,8 por ciento).
En cuanto a las transferencias del Estado para gastos de capital, éstas ascienden a $ 39.600 millones para 2018, 19,8% menos que lo presupuestado este año. Caen en AySA (-2,9%) y en el sector energético (-52,7%), pero suben en los trenes (+54%).