Macri, Vidal y Larreta inauguraron el tramo final del viaducto de Puente La Noria
11 octubre, 2017Suspenden por un año los desalojos en villas y asentamientos bonaerenses
11 octubre, 2017
El 77% de los habitantes del conurbano bonaerense no tiene cloacas. Desde el Gobierno nacional, prometieron saldar la deuda y que todos cuenten con este servicio elemental en un lapso de cuatro años. Como parte de ese plan, esta semana AySA, la empresa que funciona bajo la órbita del Ministerio del Interior y Obras Públicas de la Nación, acaba de inaugurar la planta de tratamiento de efluentes cloacales Fiorito, que posibilitará sumar a la red a 270 mil habitantes de Lomas de Zamora.
La planta está cerca del Puente la Noria, en un predio de 11 hectáreas de la localidad de Villa Fiorito. Costó $ 1.200 millones que fueron financiados por AySA y ACUMAR, la autoridad de cuenca Matanza-Riachuelo. Y tiene capacidad para tratar 0,9 m3 de efluentes cloacales por segundo.
Su función es separar las aguas residuales de los residuos sólidos urbanos, arenas y grasas que impiden la normal oxigenación del agua. El resultado, según explican en AySA, es un líquido que puede ser asimilado por el río sin afectarlo.
¿Cómo lo hace? Antes de ser tratados, los efluentes atraviesan un sector de rejas gruesas y otro de rejas más finas, que retienen los residuos sólidos domiciliarios que pueden dañar la planta. Estos materiales son compactados y enviados a contenedores.
Después, mediante la aireación, se logra que las grasas suban y floten, mientras las arenas sedimentan. Esto permite barrer a ambas y tratarlas en forma específica para su posterior disposición.
El líquido pasa a un sedimentador, donde permanece un tiempo suficiente como para que la materia en suspensión se precipite al fondo. Después se retiran esos lodos con barredores de fondo y de superficie. Y también reciben un tratamiento específico.
El siguiente paso es el tratamiento biológico aeróbico del líquido, que transforma la materia orgánica en lodos biológicos sedimentables o «biomasa». Finalmente, se hace la clarificación, que consiste en separar el líquido tratado de la biomasa. Esta última retorna al tratamiento biológico.
Mientras, el líquido es vertido en el Riachuelo. Para esto, el sistema inaugurado en Fiorito se completa con un colector de 3.000 metros.
La planta procesará los efluentes cloacales de las futuras redes domiciliarias de Banfield, Temperley, Llavallol, Turdera, Villa Centenario, Villa Fiorito, Ingeniero Budge, Villa Albertina, San José y Lomas de Zamora.