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13 marzo, 2017Más argentinos en la pobreza
13 marzo, 2017
La Argentina de las tasas de crecimiento chinas tiene 6300 villas o asentamientos, en donde viven 12 millones de personas. Con semejantes datos oficiales sobre la mesa, el Gobierno terminó de dar forma a un plan de infraestructura urbana mediante el que estima invertir 7348 millones de pesos en 2017, con el objetivo de revertir las situaciones que presentan los peores indicadores.
Se trata del relanzamiento del Plan Nacional de Vivienda y Hábitat, un programa que ya tiene presupuesto asignado y con el que el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda intentará dar respuesta a una gran cantidad de reclamos de gobernadores e intendentes de todo el país. Además, será también uno de los caminos para canalizar la obra pública de menor porte mediante la contratación de pequeñas cooperativas. Según cálculos oficiales, serán alrededor de 25.600 los puestos de trabajo que se generarán durante este año.
Según un informe interno, los habitantes de las villas y los asentamientos informales, además de no tener acceso al agua ni a los servicios básicos, en su gran mayoría jamás se hicieron de los títulos de propiedad de sus hogares, «en territorios totalmente fragmentados física y socialmente, con un Estado ausente y con problemáticas sin atención durante años».
«Heredamos un crecimiento desordenado en prácticamente todas las ciudades de la Argentina. Nunca hubo una planificación urbana en nuestro país. Y además, muchas veces con una actitud irresponsable del Estado. Encontramos que el 30% de las viviendas nuevas que construyó el Gobierno en los últimos 10 años se hicieron sin infraestructura. Es decir, un tercio de las viviendas no tenían agua potable, no tenían cloacas, no tenían red de gas», dijo el ministro Rogelio Frigerio a LA NACION.
El presidente Mauricio Macri comentó anteayer los alcances del plan en el inicio de sesiones ordinarias del Congreso. «No podemos permitir que en un país como el nuestro haya 12 millones de personas viviendo en villas y barrios precarios, sin agua ni servicios básicos. Cuando digo que trabajamos en serio para construir las bases del crecimiento hablo de esto. De algo tan básico como abrir una canilla y que salga agua limpia», dijo entonces.
De acuerdo con el plan de acción, el grupo de trabajo, del que también forma parte el secretario de Vivienda y Hábitat, Domingo Amaya, identificó los lugares más vulnerables. «Durante mucho tiempo trabajamos con gobernadores y municipios para que nos presenten planes integrales de los lugares más vulnerables. Fue un trabajo arduo, ya que muchos gobiernos no estaban acostumbrados a tener que pensar soluciones globales. Por ejemplo, recibían un módulo de cloacas, o de cordón cuneta, o de viviendas, pero nada hecho con una visión general», dijo Marina Klemensiewicz, subsecretaria de Hábitat y Desarrollo Urbano.
Se pondrán en marcha un total de 505 intervenciones integrales, que, según sus cuentas, alcanzarán a más de 500.000 familias. Comprenden la urbanización de las 280 villas y asentamientos informales más complejos para que sean barrios con acceso a agua potable y cloacas, calles con nombres, veredas iluminadas, y espacios públicos y comunitarios de calidad.
«Además, vamos a llegar de forma directa a las 225 localidades más pobres del país, ubicadas principalmente en el Norte, en zonas fronterizas, rurales y de pueblos originarios», dijo la funcionaria. Según el diagrama original, la Nación es una suerte de curador y financista de proyectos de intendentes y gobernadores. «Nosotros no contratamos, lo hacen las provincias. Lo que hacemos es aprobar los proyectos integrales, además de orientar en el desarrollo», dijo Klemensiewicz, que comentó, además, que desde mucho antes de asumir se trabajó junto con el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina para determinar las localidades menores de 5000 habitantes más vulnerables del país.
Para el Gobierno, muchas de las viviendas que se construyeron en los últimos años no estaban asentadas sobre la infraestructura básica. «Eso sucedía porque son obras que no se ven, que van debajo de la tierra y que supuestamente no rinden desde el punto de vista electoral. Tenemos que terminar con esta idea de que cuando nos toca gobernar y manejar recursos de la gente tenemos que hacer cosas para ganar la elección. Eso es falso», apuntó Frigerio.
Según Klemensiewicz, uno de los principales problemas habitacionales que tiene la Argentina es la falta de escrituras en las viviendas de una gran cantidad de argentinos. «Antes se entregaban viviendas, muchas veces sin infraestructura, a organizaciones sociales, como el caso de Jujuy. Entonces lo que se creaba era más dependencia y vulnerabilidad, ya que la familia no tenía propiedad de su casa y quedaba prisionera de la organización», aclaró.
Los últimos datos oficiales de la Argentina son del censo de 2011. Desde entonces, se trabaja con muestreos, y de acuerdo con esos datos, el déficit habitacional del país golpea a 12 millones habitantes. «Un tercio tiene problemas de falta de vivienda, pero dos tercios padecen una falta total de infraestructura, como agua potable o cloacas, y de un hábitat saludable», agregó Klemensiewicz. El plan pretende convertir los espacios comunitarios abandonados en una red de NIDO (núcleos de innovación y desarrollo de oportunidades), una suerte de mojón del Estado en medio de una urbanización.
Los planes de obras públicas nacionales, especialmente en infraestructura y vivienda, fueron utilizados durante años como incentivo electoral para ganar elecciones, hacer remontar a un candidato o imponer a otro. Lo cierto es que detrás de esas mezquindades políticas el problema de la vivienda nunca pudo ser resuelto. El tiempo dirá si esta iniciativa se distingue de aquéllas.
Emergencia urbana
Villas por miles
Según un cálculo oficial, hay unos 6300 asentamientos en todo el país. El plan de Hábitat busca mejorar su situación.
Obras y empleos
El Ministerio del Interior espera que la inversión para urbanizar villas cree aproximadamente 25.600 puestos de trabajo.
Situación crítica
Además de no tener acceso al agua y a los servicios básicos, los asentamientos no suelen contar con título de propiedad.
Desorden urbano
Un 30% de las viviendas sociales que se hicieron durante el kirchnerismo no tienen servicios básicos.