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El gobierno de María Eugenia Vidal ya tiene pensado en lo que podría invertir los recursos del Fondo del Conurbano si prospera la presentación en la Corte Suprema de Justicia de la Nación para eliminar un tope que le impide recibir al distrito unos 53.000 millones de pesos anuales. Su prioridad sería la construcción de escuelas, hospitales, trabajos viales y obra hidráulica.
«Hay una realidad y es que en la provincia durante mucho tiempo no hubo inversión en obra pública. Creemos que si llegaran a eliminarse los topes del Fondo del Conurbano se realizaría una serie obras que mejorarían la calidad de vida de los vecinos bonaerenses», dijo a LA NACION el ministro de Economía, Hernán Lacunza.
Para el funcionario con los 53.000 millones de pesos se podrían realizar, sólo en un año, cinco hospitales nuevos, 186 escuelas primarias y secundarias, 1500 kilómetros de ruta, 200.000 trabajos de conexión de agua y cloacas, y tres obras hidráulicas importantes como las que se están llevando adelante en la cuenca del Río Luján para evitar las inundaciones que padece la provincia.
«Está claro que el gran déficit es la obra pública», dijo Lacunza, y deslizó que los fondos ayudarían a paliar esta situación. Hasta ahora la provincia de Buenos Aires sólo recibe 650 millones; una muy pequeña porción del Fondo del Conurbano que se creó en 1992 para equilibrar lo que el Estado Bonaerense sede a La Nación sobre lo recaudado por distintos impuestos (puntos de coparticipación) para que este último distribuya «equitativamente» entre todas las provincias.
El Fondo de Conurbano se financia con el 10 por ciento de la recaudación del impuesto a las ganancias, pero la paradoja está que la provincia de Buenos Aires no recibe todos los recursos. Sucede que el 3 de enero de 1996 se promulgó la ley 24.621 que un tope (los mencionados 650 millones de pesos por entonces equivalentes a dólares) y dispuso que el excedente sea repartido entre el resto de las provincias (con excepción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
Por eso, Vidal decidió dar batalla y presentó un planteo a la Corte Nacional para que se elimine el tope y la provincia pueda cobrar la totalidad Fondo del Conurbano. Es optimista sobre su resolución. «Cuando se definió la coparticipación al principio de la democracia, se perjudicó a nuestra provincia y por eso se creó el Fondo. Buenos Aires aporta casi el 40% de los fondos nacionales mientras que recibe el 18%», explicó la gobernadora en reiteradas oportunidades, y aseguró que nada la detendrá en ese reclamo.
El problema no es menor porque las provincias se niegan a ceder la parte que hoy cobran y el Estado Bonaerense tiene que endeudarse para poder realizar gran parte de sus obras. Este año, por ejemplo, la Legislatura bonaerense aprobó en el presupuesto 2017 un endeudamiento del orden de los 52.000 millones de pesos (de los cuales el 95 % ya fue colocado en bonos).
Consultado por LA NACION un estrecho colaborador de Vidal aseguró que aún no están definidos los lugares y las «intervenciones» si salen los recursos del Fondo de Conurbano.
«Nosotros vamos a seguir avanzando con el plan de obra pública pero no sabemos en qué punto nos van a encontrar el reconocimiento monetario del Fondo del Conurbano si sale. Tampoco podemos prever en qué grado de ejecución vamos a estar. Por eso no se puede decir vamos a construir una escuela acá o un hospital allá. Sabemos que lo que nos hace falta y lo que es prioridad: eso hoy se financia con la emisión de deuda», dijo la fuente a LA NACION.
Según Lacunza la creación de cinco hospitales es fundamental. Sucede que en la provincia de los 79 hospitales, 53 presentan un estado edilicio crítico (dos de ellos deben ser demolidos antes que ocurra un accidente) y los cálculos realizados en el primer año de gestión de Vidal se adelantó que se tardará nueve años y una inversión de $ 18.000 millones para recuperar la red de 79 hospitales públicos que tiene la provincia de Buenos Aires.
En los edificios escolares la situación no es muy diferente. El ex director general de Cultura y Educación y actual ministro de Educación nacional , Alejandro Finocchiaro , llevo adelante un censo para saber el estado de las escuelas. Los datos de ese informo aún no fueron revelados. Sin embargo, los reiterados reclamos de los gremios docentes dan cuenta que gran parte de los colegios bonaerense están en muy mal estado, por eso dijeron las fuentes oficiales, la prioridad también será la refacción y construcción de escuelas.
«Hay un mito sobre Buenos Aires que habría que erradicarlo y que dice que la provincia es muy rica. Pero si en verdad se analiza los datos ve, por ejemplo, que el 40% de los pobres está en esta jurisdicción. Se aporta mucho pero no se recibe tanto. Y la cifra más complicada es la que muestra la realidad: hoy cada bonaerense percibe $ 40 por año y si se lo compara con los $4000 que recibe los habitantes de otras provincia muestra una clara injusticia y el nivel de empobrecimiento en el que se ha quedado Buenos Aires», concluyó un estrecho colaborador de Lacunza.
