La provincia rechazó los planos y el municipio frenó los permisos; negocian con las desarrolladoras
Apenas cinco barrios privados agrupan 2260 hectáreas del partido de Escobar y proyectan alojar a por lo menos 17.000 familias. Sin embargo, las obras en esos megaemprendimientos están paralizadas. La Municipalidad de Escobar decidió suspender los permisos de construcciones en las urbanizaciones Puertos, El Cantón, San Matías, El Naudir y El Cazal. Para reanudar los proyectos y que los particulares puedan avanzar con la construcción de sus casas, la intendencia pidió a los desarrolladores que regularicen lineamientos generales de sus planes y asuman el compromiso de realizar obras públicas que beneficien a todos los vecinos del distrito.
Ensanche de un puente
Los barrios afectados limitan entre ellos y están situados en un área de humedales que representa casi el 10% de la superficie de Escobar. En la municipalidad argumentaron que la decisión de no autorizar nuevas construcciones parte del rechazo resuelto a principios de este año por Asuntos Municipales de la provincia al plan de urbanización presentado el año pasado por Escobar sobre la base de los proyectos diseñados por las desarrolladoras.
Esos planes, explicaron en la intendencia, no se ajustan a la densidad poblacional máxima permitida, presentan lotes con menor superficie que los 600 m2 mínimos exigidos o no cumplen con las cesiones de tierra y las inversiones en obras públicas que establece la ley provincial N° 8912, que rige el ordenamiento del territorio y uso del suelo.
«La decisión de poner en análisis los nuevos permisos de obras surge de la intención de salvaguardar tanto el interés particular de quienes pretenden vivir en esos barrios como el de la población en general», aseguró el intendente Ariel Sujarchuk, que asumió como jefe comunal en diciembre pasado.
Las empresas que deberán resolver cómo ajustan sus proyectos y qué compromiso de obras comunitarias toman son cuatro. Consultatio, de Eduardo Costantini, desarrolla Puertos, una urbanización de características similares a las de Nordelta. Detrás de San Matías está Eidico, otra empresa de fuerte presencia en el sector. El Cantón, en tanto, es un proyecto de JPU, mientras el Naudir y El Cazal son barrios lanzados por la desarrolladora E2.
Extensión de un camino
A la altura del kilómetro 44 de la Panamericana, sale un camino de dos carriles por mano por el que se llega hasta los accesos a los barrios San Matías, El Cantón y Puertos. Fue financiado por los propios desarrolladores de los barrios privados. Sin embargo, el plan de que ese acceso llegue hasta la ruta 25, a la altura del barrio El Cazador, quedó inconcluso.
Entre los cinco emprendimientos, situados en terrenos al norte del cruce del ramal Escobar de la Panamericana con el arroyo Escobar, proyectan conformar 9734 lotes y 7500 departamentos. Además, las casas terminadas o en construcción ya suman 725. Ninguna de esas propiedades podría ser escriturada, ya que se hicieron o comenzaron a hacerse con permisos provisorios, puesto que los proyectos en general aún no tienen la factibilidad definitiva.
Consultadas por LA NACION, salvo E2, que prefirió no hacer declaraciones, las desarrolladoras tuvieron respuestas similares: argumentaron haber avanzado con las presentaciones cuando fueron requeridas y se mostraron dispuestas a iniciar una negociación con la intendencia, aunque remarcaron que las obras complementarias ya fueron resueltas.
Trabajo en conjunto
«Apoyamos al intendente en lo que sea necesario para ordenar esta situación. Puertos tiene aprobaciones del Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS) y de Hidráulica bonaerense, incluso de su estudio ambiental, e hizo todas las presentaciones requeridas», aseguró el gerente general del barrio cerrado, Diego Moresco. Destacó que invirtieron 14 millones de dólares en el trazado del camino que parte de la Panamericana y en un futuro llegará hasta la ruta 25, una de las tres obras que el municipio busca que financien los desarrolladores (ver aparte).
Desde Eidico remarcaron «su firme compromiso de seguir trabajando en conjunto con el municipio de Escobar para obtener las aprobaciones pendientes», pero dijeron haber «cumplido en tiempo y forma» con los requerimientos de obras complementarias de la ley N° 8912. En tanto, en JPU señalaron que una ordenanza municipal de 2013 aprobó la cesión de tierras que hizo la empresa. «Podemos colaborar para que el municipio logre la aprobación del plan de sector para toda la zona. Estamos convencidos de que castigar al vecino para que no pueda construir su hogar en Escobar no es la mejor alternativa. Estamos a disposición para revisar lo que sea necesario y juntarnos para buscar una solución», señaló Hernán Domínguez, gerente de Permisos y Aprobaciones de JPU.
Si bien todas las desarrolladoras están alcanzadas por la misma decisión de la municipalidad de Escobar, no todas requieren idénticas correcciones. De hecho, en la intendencia dejaron trascender que algunas podrían llegar a reanudar las obras en «10 o 15 días»; en esa situación ya se encontraría Puertos, según sugirieron. «La normalización puede lograrse pronto y depende de la voluntad de cada desarrollador», aseguró Sujarchuk.