María Eugenia Vidal: «Aunque bajó, no me conforma el nivel de pobreza»

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María Eugenia Vidal: «Aunque bajó, no me conforma el nivel de pobreza»

Llegada de una recorrida de campaña en Pilar con Elisa Carrió, con quien tiene una cita compartida para el viernes previo a la elección ante la Virgen de San Nicolás, María Eugenia Vidal luce cómoda en sus oficinas porteñas del piso 19 del Banco Provincia. «Es el lugar donde paso más tiempo, y donde guardo los regalos que me van dando», dice, divertida.

En la vitrina sobresalen una vaca de plástico y una réplica en miniatura de Heidi, el dibujo animado con el que la compara la oposición. «Me la regaló [Julio] Conte Grand, la buscó por todos lados», se divierte la gobernadora, a la que parece haberle quedado muy poco de la candidez del personaje de ficción.

Durante la entrevista con LA NACION y con la mente puesta en la elección del domingo próximo, la gobernadora defenderá sus logros y dirá que «millones están a favor del cambio», aunque evitará el triunfalismo al que parecen haberse subido muchos funcionarios. Sin mencionarla, criticará a Cristina Kirchner y la denominará parte de un sistema «al que la gente ya le dijo basta», y pondrá el énfasis en los candidatos de Cambiemos, «que van a seguir trabajando por la provincia el día siguiente de la elección».

Reconocerá la indigencia y la inseguridad como cuentas pendientes, pero pondrá el acento en «todo lo que se está haciendo» para remediar estos flagelos. Reiterará su dureza con el empresariado, que tiene «responsabilidad» por la pobreza. Dirá que «no la tienta» ir por la presidencia, y que tampoco «la desvela» decidir hoy si intentará su reelección como gobernadora,

-Da la impresión que hay una ola de triunfalismo en el Gobierno. ¿La elección está ganada?

 

– Siento que los votos son de los bonaerenses, y definen el domingo. No antes. Siento que hemos hecho un trabajo muy fuerte, de gestión, enfrentar cosas que no se enfrentaban antes, decir la verdad, comprometernos en serio con el trabajo. Soy de las que creen que cuando uno da lo mejor y hace lo que cree que es correcto, algo bueno pasa, ¿no? En la vida y en la política. Tenemos un equipo de lujo con Esteban, con Gladys, con Graciela, hay que esperar al domingo.

-¿Ese equipo quedó opacado por su presencia y la del Presidente?

-Al revés. Así como Mauricio me acompañó a mí cuando nadie me conocía, hoy creo que cada uno de estos dirigentes tiene otro vínculo con la gente, mucho más profundo, mejor. Nuestro rol fue de acompañamiento, no somos los candidatos. Se pueden mostrar, son gente honesta, comprometida, y quieren a la provincia, no vienen a buscar un cargo, ni de presidente ni de nada que no sea seguir trabajando por los bonaerenses.

-¿Los benefició que Cristina haya sido la candidata?

-Luego de dos años de tantas transformaciones, la gente vota en función de su presente y su futuro, no en función del pasado y del sistema que gobernó la provincia durante más de 25 años. Ya en 2015 a ese sistema le dijeron basta: de gente que promete y no cumple, de esperar un pavimento cuarenta años, un sistema que miraba para otro lado y decía que no había producción de droga. En esta elección se juega nuevamente si se profundiza el cambio o se quiere volver hacia atrás.

-¿ Sus números le dan el triunfo?

-En estos días circulan encuestas, creo que lo que importa es lo que decida la gente ese domingo, el resto sirve para que hablen los periodistas. Vamos a trabajar de la misma manera después del domingo.

-En el Coloquio de IDEA les pidió a los empresarios que «arriesguen». También el Presidente ha tenido idas y venidas. ¿Cómo califica esa relación?

-Es una relación honesta, como con el resto de los dirigentes, de poner la verdad sobre la mesa. Ni yo, ni el Presidente, ni nadie solo podrá generar el cambio que el país y la provincia necesitan. Hay algunos que tienen más responsabilidad que otros, porque hay 12 millones de argentinos que no pueden seguir perdiendo y que están en la pobreza. Los que poseemos más recursos tenemos una responsabilidad, y si realmente nos duele, tenemos que estar dispuestos a atravesar la incomodidad y arriesgar. La mejor ayuda que le puede dar un empresario a un gobierno es abrir una fábrica y darle trabajo a la gente, además de pagar sus impuestos.

-Ya van casi dos años de gestión. ¿No recibieron la ayuda que esperaban?

-Para lo que fue el punto de partida, con una provincia que no podía pagar sueldos, todo parece poco. Tenemos el desafío de enfrentar problemas urgentes que lleva años resolver. El boleto estudiantil o la cuenca del Salado son proyectos que costaron tiempo, y que se hicieron en conjunto con sectores que colaboraron.

-Para el Indec bajó la pobreza, pero aumentaron la indigencia y la mortalidad infantil?

-La indigencia sí, estamos viendo en qué zonas; pedí una apertura [de los datos] para focalizar la ayuda. La mortalidad infantil no aumentó, está igual que en 2015, y 2016 fue un año difícil en materia social.

-Imagino que no la conforma que no haya bajado?

-Por supuesto que no. Lo que sí bajó es la mortalidad materna, un logro importante. Tampoco me conforma el nivel de pobreza aunque haya bajado. Hay que trabajar mucho todavía.

-Día a día suceden hechos de inseguridad en el conurbano?

-No hay recetas mágicas para la inseguridad, viene empeorando hace más de veinte años. Sí logramos algunas mejoras parciales en homicidios, el delito que más me preocupa porque no tiene reparación posible. También bajaron los secuestros y la piratería del asfalto. Tenemos que mejorar en el tema robo, que creció un 4%, poner más el foco desde la provincia y también de las policías locales.

-¿Hay un corrimiento de la delincuencia de la ciudad hacia la provincia, dadas las medidas del gobierno porteño?

-Tenemos un comando conjunto con el Gobierno y realmente no vemos eso. Hay una coordinación que antes no existía en el gobierno bonaerense, el porteño y la Nación.

-¿Le preocupa el rebrote inflacionario?

-Estoy tranquila. Lo que importa es el promedio, que nos va a dar este año cerca de la mitad de la inflación del año pasado, la más baja de los últimos ocho años. Hay meses en los que sube porque aumenta el consumo, que se está incrementando desde junio, o por estacionalidad, pero vamos a lograr un dígito de inflación en 2019, el objetivo que se planteó Mauricio para reducir la pobreza.

-Con una alta imagen, ¿no está la tentación de ir por el premio mayor, la presidencia, en 2019?

-No [hace una pausa]. Me gusta donde estoy, me honra ser gobernadora. Adopté a la provincia y la provincia me adoptó a mí, tengo un compromiso con los bonaerenses. La única forma de hacer bien este trabajo es no estar pensando en el cargo siguiente. Eso les pasó a muchos gobernadores, y la provincia lo sufrió. Es importante, el domingo próximo, que la gente piense quiénes son los candidatos que al otro día van a volver a trabajar por la provincia, y quiénes la están usando una vez más.

-Irá por su reelección en 2019?

-No necesariamente. Lo decidiremos en su momento y no me desvela hoy. Dos años me parece un montón de tiempo para hacer cosas y, a la vez, muy poco para resolver los problemas de los que hablamos. No hay solo una persona que pueda estar en este lugar, ni en la presidencia, ni en la ciudad, ni en el Senado. Esto va a cambiar cuando seamos millones, y lo que me entusiasma de este domingo que viene es ver cuántos millones somos los que queremos el cambio.

Fuente: La Nación