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En el gobierno de María Eugenia Vidal quieren evitar que la ruta 6 se siga deteriorando. Por eso buscarán en pocas semanas avanzar con arreglos en los puntos donde ya se observan roturas en la capa asfáltica y colocar balanzas para camiones y peajes.
La idea final es que esa ruta quede bajo la órbita de Aubasa, la empresa estatal que hoy administra el trayecto de la autopista Buenos Aires-La Plata.
En el Ejecutivo aseguran que Aubasa es la única empresa superavitaria del Estado bonaerense. Por eso quieren replicar su esquema en la traza de la ruta 6.
Esta autovía tiene 180 kilómetros y atraviesa el cuarto anillo de circunvalación del Conurbano uniendo 12 distritos: Zárate, Campana, Exaltación de la Cruz, Pilar, Luján, General Rodríguez, Marcos Paz, General Las Heras, Cañuelas, San Vicente, Brandsen y La Plata.
En su recorrido recorre zonas urbanas y periurbanas, conformando un trazado clave para el desarrollo productivo de la provincia.
A diferencia de la Autopista Buenos Aires-La Plata, donde la mayoría de los 120 mil vehículos que circulan por día son livianos, la 6 tiene un tránsito mayoritariamente pesado.
Por eso, en el gobierno de Vidal consideran clave la presencia de balanzas a lo largo de la traza. “En muchos puntos de la ruta ya se ven roturas, producto de que no se controla el peso de los camiones”, aseguran.
Aunque con demoras, el gobierno de Daniel Scioli encaró esa obra para posicionarla como uno de los ejes de su campaña. Hubo una docena de inauguraciones a medida que se avanzaba en distintos tramos.
Sin embargo, la obra quedó inconclusa. Las obras se hicieron desde Zarate hasta la ruta 215, entre La Plata y Brandsen. Resta un complejo ingreso por la capital provincial para terminar en el Puerto La Plata. “Estamos estudiando cuál es la mejor vía de ingreso”, dicen desde el Ejecutivo.
La ruta había quedado en medio de una pulseada política sobre el final del gobierno de Scioli. Por un lado, el entonces secretario de Servicios Públicos, Franco La Porta, intentó crear la empresa Cibasa (Circunvalación de Buenos Aires S.A.) para administrar esa traza. La idea era sumarle peajes y que la nueva empresa quede bajo su órbita.
Pero La Porta se enfrentaba con Gonzalo Atanasof, entonces titular de Aubasa, que argumentaba que era esta última empresa la que debía absorber la ruta 6.
